lunes, 28 de enero de 2013

El bien ser y el bien consumir


HABLAR DEL COMPORTAMIENTO del consumidor implica hablar de la naturaleza ética del ser humano conforme a su manera y entendimiento del consumo.

Adela Cortina habla en su libro “Por una Ética del Consumo” de una realidad actual en la que el consumo se ha vuelto un deporte, una actividad “interesante por sí misma, cuando ‘ir de compras’ es un placer, bien distinto de ‘ir a comprar’, que es una tortura” (Cortina, 2002), y dedica sus líneas a hablar de conceptos como la justicia, el bien ser, el bienestar y la libertad, todos ellos muy propios de su perfil filosófico.

Este perfil es el que todo empresario, empleado y, en lo que aquí nos atañe, gerente de mercadotecnia debe compartir, puesto que el mundo globalizado en el que vivimos se rige por un modelo económico capitalista que se fundamenta en el consumo. Esto significa que hay una enorme responsabilidad por parte de quienes propiciamos dicho consumo, para ejercer lo que creía Adam Smith, profesor de filosofía moral y fundador del liberalismo económico: que la economía es una actividad capaz de generar mayor libertad y, por ende, mayor felicidad.

Necesidad y deseo
En este tenor es imprescindible identificar lo que Cortina denomina como dos tipos de necesidades: las naturales y las artificiales. Las primeras obedecen a aquellos impulsos o carencias que todo ser humano comparte y las segundas son aquellas que se catalogan como deseos. Los deseos por naturaleza son infinitos y, por tanto, basar nuestra existencia en querer satisfacerlos nos volverá insaciables y desdichados. Pues, ¿quién puede alcanzar materialmente lo infinito? Además, en esa búsqueda sin fin, se desinteresaría en los asuntos ajenos, con lo cual queda claro que aplicar (o no) la ética al consumo humano tiene una repercusión que va mucho más allá del intercambio de bienes. Se trata de la interacción armónica entre las personas.

Nuestro papel en la ética del consumo
Por otro lado, debemos estar conscientes de las implicaciones morales que conllevan cada campaña, producto o marca para la que estemos trabajando. ¿Hasta qué punto es aceptable mostrar niños o mujeres para vender? ¿Cuál es la diferencia entre mostrar y usar? ¿Cuáles son las excepciones? Todas estas son preguntas que no se responden fácil ni universalmente.

Es verdad que quienes nos dedicamos a la mercadotecnia, el branding o cualquier otra disciplina afín, trabajamos para llevar una vida digna y satisfacer nuestras propias necesidades de consumo. Pero nuestro bienestar no va por encima del de nuestro público consumidor y en ninguna manera debemos propiciar un consumo desenfrenado visto como un fin en sí.

Después de todo, cada ser vivo es un consumidor, pero el ser humano es el único con el potencial de apropiarse de sí mismo o expropiarse en el proceso. Lo importante “es la relación de los bienes con los efectos que producen en las necesidades, no los bienes mismos.”(Cortina, 2002).

En resumen, más que procurar generar mejores producto, es necesario que nos empeñemos en formar mejores consumidores. Educados. Libres. Felices.

Referencia
Cortina, A. (2005, marzo). Ética de la empresa, no sólo responsabilidad social. Revista de Empresa, 11.
Cortina, A. (2002). Por una Ética del Consumo. Madrid: Taurus.

lunes, 26 de noviembre de 2012

Henry the Fish: Cuando el arte es la voz de los que no hablan


Esta mantarraya está feliz (tanto que usó labial y posó para la foto) por una buena razón.

Mantarraya en cautiverio

Washed Ashore: Plastics, Sea Life & Art es la exhibición artística que recibe a los visitantes del Living Coast Discovery Center en Chula Vista, California, y se compone de piezas a gran escala que representan a especies de la vida marina afectadas por la contaminación de su hábitat. Lo que atrae la atención es que cada escultura está construida precisamente a partir de esos contaminantes. Henry the Fish es una de ellas:

Escultura: Henry the Fish

Botellas, juguetes, zapatos, encendedores, redes y todo tipo de material que es arrastrado por la marea, fueron reutilizados por la artista Angela Haseltine Pozzi, quien posteriormente llevará este brillante trabajo en un tour por el mundo.

Aunque es una exhibición entretenida y alegre, el mensaje es muy claro: nuestro estilo de vida está afectando negativamente al de los habitantes del mar.

Si el medio es el mensaje, en Chula Vista hay un ejemplo contundente de ello.

jueves, 8 de noviembre de 2012

Brandver... ¿qué?

ME APASIONAN los pequeños negocios; siempre tienen grandes historias. Cada una tan diferente y única. Aún así, todas comparten el mismo protagonista: su cliente. Hay algunas historias de terror, otras de drama y, de tiempo en tiempo, comedia. Paige Arnof-Fenn otorga el título de CFO (Chief Storytelling Officer) o Director de Narración de Historias a toda persona al frente de una empresa -o realmente cualquier organismo-. Es esta personalidad la que debe permear y darle un rostro humano a toda organización.

El empresario que descubre una nueva oportunidad en el mercado, que se arriesga y que multiplica esfuerzos dividiendo ganancias tiene una historia que vale la pena contar. Eso es brandvertising.

La maestra que decide salir de su zona de comfort para fundar una escuela de alta calidad académica y atención personalizada tiene muchos capítulos de sacrificio y recompensa en su relato. Eso también es brandvertising.

Los estudiantes que encuentran tiempo para emprender y enfrentarse al mundo armados de talento y trabajo duro están redactando el prólogo de una crónica de éxito. Eso definitivamente es brandvertising.

Branding es la creación de marcas y va más allá del diseño de una identidad corporativa. Es cómo respira, qué aspira cuánto inspira nuestra organización; Advertising o publicidad va mucho más allá de publicar anuncios en la mayor cantidad de medios al menor costo, es integrar al medio con el mensaje y transmitirle valor al público. La mercadotecnia, el diseño gráfico, las relaciones públicas y el manejo de redes sociales necesitan integrarse bajo un objetivo central: conectar auténtica y emocionalmente con el usuario/comprador/público. Todo esto es brandvertising.

A cada empresa pequeña y mediana que en estos momentos lucha por sobrevivir y crecer le digo que comparta su historia. En cada hora de trabajo, con cada colaborador y por cada cliente. No es fácil pero la convicción en las personas debe acompañar siempre al conocimiento del negocio y la oportunidad en la industria. Toda buena historia necesita un héroe que logre superar sus obstáculos y nadie lo logra solo.